
No se si al escribir de futbol en estos días, hago que la gente cambie su semblante y su ánimo decaiga. Son muchas las cosas por las cuales atraviesa el fútbol nacional, que se ocuparía un libro entero para poder hablarlo todo. Pero por algo hay que empezar.
Comencemos por la selección. Nefasto. Yo se que contra Uruguay la sudamos y pusimos más empeño y esfuerzo que en toda la eliminatoria. Se estuvo cerca pero de ahí no pasamos. No hay que echarle la culpa a nadie. El árbitro pudo ser deficiente, le pudieron regalaran ropa, pudo ser amigo de los uruguayos que juegan en España, pero nada de eso importa ya. Que la FIFA lo resuelva. Si hubiéramos rescatado ese punto que dejamos en El Salvador, estaríamos alistando sombrero y camisa beige para irnos de safari a Sudáfrica.
Hay que ponernos a pensar como planear una eliminatoria. No desde el primer partido que se vaya a jugar, si no desde el último partido que se perdió. ¿Cómo afrontar ahora la realidad del deporte más amado por los ticos? Con la cabeza en alto y dejando los intereses extradeportivos de lado. Si señor Lee, de lado.
Como sería un combinado nacional donde, al técnico no le digan a quien tiene que convocar, distribuyendo el poco dinero que ingresa a la Federación Costarricense de Fútbol en ligas menores, instalaciones y cosas realmente importantes, no en almuerzos ejecutivos.
Decía el Presidente de la FEDEFUT, Eduardo Lee, que hubo poco tiempo de preparación. Yo me pregunto, como la selección española con la mitad del tiempo que tienen los jugadores ticos y con el calendario 3 veces más apretado que el nuestro, entre Liga, Copa del Rey, Champions League y varias invitaciones que reciben al año para jugar deferentes torneos, le queda tiempo para entrenar con su selección y estar en el primer lugar del ranking mundial. Y en Costa Rica nos quejamos de un pobre torneo que, aparte de ser poco competitivo, tiene a lo sumo 36 partidos por equipo al año, no podemos contar la “Concachampions” por que no hemos pasado de la primera ronda en los últimos 3 años, y tampoco algún torneo de copa en el cual, podamos ver el desempeño de los otros equipos no militantes en la primera división.
Echarle la culpa a un técnico es muy fácil, más con la doble moral costarricense, que parece una costumbre muy arraigada. “Ah, ese chavalo Kenton si es un técnico de verdad, con él si vamos al mundial” escuchaba decir a varios aficionados al salir del estadio después del partido ante Estados Unidos, que nos dejaba en primer lugar de la hexagonal, con ese 3 a 1 que conseguía la escuadra nacional. Dos meses después el estadio entero gritaba “¡fuera Kenton, queremos a Medford!” ¿Por qué? Derrota 4 a 0 en Honduras, perdía Costa Rica 3 a 0 contra México.
Como entenderlo. No hay que buscar excusas, hay que trabajar. Ahora las nuevas generaciones apuntan alto, no hay que desaprovechar lo que esta por venir. Hay que deshacernos de la “gran experiencia” que sigue jugando con 34 o 35 años y depender de ella. Hay que ver el potencial mal aprovechado de nuestros futbolistas y la poca visión de nuestros dirigentes.
Lamentablemente son tantos los factores que afectan al futbol en este momento que hay que dejar que las aguas se calmen. Ponernos a pensar que para la próxima eliminatoria nuestro campeonato tiene que ser más competitivo. Los técnicos de primera división deberían capacitarse y actualizar sus conocimientos para no utilizar el mismo sistema de juego que se usó en Italia 90, que para su época era bueno. Pero 20 años después, es más que una gloria del pasado.
Directivos: dejen de pensar en sus puestos, dejen de beneficiarse, piensen en los que pagamos nuestro boleto para ir a ver al equipo de nuestra preferencia, nosotros que pagamos sus salarios. Solo así si flamante negocio podrá salir adelante. Donde han visto ustedes un panadero que haga un pan delicioso para su familia y venda el que se quemó.
Aficionados: exijamos nuestros derechos. Pidamos calidad futbolística a esos jugadores “profesionales” que ganan 7 veces nuestro salario. Hagamos sentir nuestro pensamiento objetivo, no nos dejemos llevar por colores o por comentarios.
Jugadores: Suden la camiseta. Nosotros los aficionados somos los que los hacemos grandes. Además, atrás de ustedes vienen las nuevas generaciones con más fuerzas y entusiasmo. Hagan valer su nombre
Prensa: dejemos de criticar cosas extrafutbolísticas, no creemos un mal ambiente. Seamos objetivos y dediquémonos a informar. Dejemos el fanatismo a un lado y propongámonos a tratar los temas futboleros como se debe. Defendamos los colores ticos en vez de atacarlos.
Sigamos viendo futbol, añorando cosas grandes, imaginando hazañas por venir, que sin eso, el futbol no tendría sentido.
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